21 DE ABRIL DE 2015

Presidenta: “La sociedad quiere cambios, pero más aún, quiere ser actor de esos cambios, porque desconfía de las élites tradicionales”

La máxima autoridad nacional recibió hoy el "Informe de Desarrollo Humano 2015: Los tiempos de la politización” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Esta tarde, la Jefa de Estado Michelle Bachelet, recibió el “Informe de Desarrollo Humano 2015: Los tiempos de la politización” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda.

Durante su discurso, la Madataria destacó que “este Informe de Desarrollo Humano 2015, es particularmente oportuno, pues nos da pistas importantes del momento de inflexión que vivimos, donde esa distancia entre ciudadanía y orden institucional se ha vuelto muy amplia”.

Añadió que “este informe nos confronta a la necesidad de cambios que hoy cruza a la sociedad chilena y que hemos escuchado. Una necesidad sentida de cambio a la que parece no bastarle que hoy llevemos adelante un programa de reformas profundas, sino que requiere que lo hagamos también abriendo las puertas de la participación en las determinaciones y definiciones que vamos tomando como país”.

En este sentido subrayó: “La sociedad quiere cambios, pero más aún, quiere ser actor de esos cambios, porque desconfía de las élites tradicionales”.

Asimismo, la Mandataria relató que “conocemos el ambiente de crispación y cuestionamiento a instituciones y organizaciones, y vemos hasta qué punto se ha ido agudizando la tensión entre la política y lo político, entre el espacio institucional donde se procesan los cambios y las demandas sociales. Vemos hasta qué punto se hace difícil el debate para, tal como dice el informe, redefinir los límites de lo posible, debate que confronta a quienes tienen necesidad de expandirlo, con quienes tienen miedo de la expansión de los limites implique retroceder en los logros que hemos alcanzado, entre quienes creen que la sociedad ha alcanzado madurez y capacidad para ampliar aquello que nos pertenece en común y sobre lo que podemos decidir, y aquellos que temen que esa ampliación derive en desorden y menor desarrollo”.

Además, destacó que el documento señala “las corrientes de largo plazo que dan forma a los desafíos y tensiones que hoy día experimentamos”.

En este contexto, la Jefa de Estado dijo: “Déjenme proponer en este debate, principios que considero básicos: Debemos dar sustento, viabilidad y espacio a las dinámicas de cambio. Por eso, me he comprometido personalmente con los cambios estructurales que el país demanda y requiere, partiendo por aquellas áreas en el que este mismo informe ha detectado como claves: educación, salud, sistema de pensiones, sistema electoral, por mencionar algunos”.

Del mismo modo, afirmó que “estamos en sintonía con aquellos que anhelan un Chile distinto, más inclusivo y justo, muchos de quienes probablemente apoyaron activa o pasivamente nuestro programa de Gobierno. Estamos por cambiar aquello que no contribuye a generar un mayor bienestar social y por mantener lo que sí funciona. No estamos partiendo de cero y estamos conscientes de ello. Porque el cambio no es cataclismo, sino avance y progreso”.

Argumentó que en la actualidad se actúa gracias a que en las décadas pasadas se crearon las condiciones institucionales, económicas, expectativas y derechos sociales que “nos permiten partir desde un piso más elevado, pero debemos reconocer los límites de esas condiciones de cara a las nuevas realidades de la sociedad chilena, y avanzar moviéndolo, ampliándolo, para que todos podamos tener más espacios de acción”.

Por eso, es relevante, dijo, la reforma del sistema tributario y la intauración de un nuevo sistema electoral “que junto con otras reformas, nos permitirá tener una democracia más  representativa, legítima e inclusiva a los ojos de los ciudadanos. O que hoy estemos llevando a cabo una transformación sustantiva al sistema educativo, que elevará la calidad de la educación pública y generará más equidad e integración social. O que profundicemos nuestra legislación laboral, para crear mayor simetría en las relaciones entre trabajadores y empresarios”.

Al finalizar sus palabras, la Presidenta afirmó que “estamos en un momento complejo, pero es también una oportunidad de encontrarnos en la tradición común de nuestros sueños. Como país, en realidad, es tangible, que se condigan con las expectativas de las personas y con la necesidad de sostener nuestro orden común.La oportunidad de trenzar las diversidades y las subjetividades en un ‘nosotros común’, no sólo desde los símbolos sino también desde la perspectiva cotidiana de la vida y del desarrollo de nuestros hombres y mujeres”.