28 DE NOVIEMBRE DE 2014

Ministro Eyzaguirre en presentación de estudio UNICEF: “Los niños chilenos se resisten a ser derrotados por las circunstancias”

El organismo internacional entrevistó a 2.700 niños chilenos para conocer sus percepciones respecto de la educación en Chile.

El Ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, recibió esta mañana los resultados del estudio “La voz de los niños. Educación en Chile y Reforma Educacional”, realizado por UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).

La investigación, para la cual se entrevistó presencialmente a 2.700 niños chilenos, revela importantes resultados que fueron analizados y comentados por el secretario de Estado.

Dentro de los conceptos más mencionados por los niños y niñas al referirse al sistema educacional chileno se encuentran “desigualdad”, “crisis”, “mercantilización”, “clasismo” y “centralismo”. El ministro manifestó que si bien “hay en los niños una percepción de que las cosas no están bien; hay una alta expectativa de que el esfuerzo cuente, o sea, los niños se resisten a ser derrotados por las circunstancias”.

Otro de los resultados relevados por la autoridad es que las expectativas de los niños descienden conforme más bajo es el nivel socioeconómico de sus familias. “Es por eso que la segregación es tan dañina”, enfatizó, explicando que “lo más terrible de la segregación es que la sociedad, al decirle ‘usted no pertenece’ le está dando un sino fatal y eso tiene una importancia esencial en la capacidad de desarrollar talentos”.

Asimismo, el estudio muestra que hay en los niños una gran percepción de desigualdad en el acceso, pues “dicen que a ellos les gustaría que la escuela sea buena para todos y eso no lo ven como una realidad” alertó el ministro, quien también relevó que no obstante “hay un elemento de solidaridad muy importante en las opiniones de los niños, de que todos debieran poder; eso me llena de alegría”.

En este sentido, el ministro Eyzaguirre subrayó que “la educación de calidad para todos y todas es un tema que debemos seguir empujando porque sintoniza muy bien con lo que los propios niños establecen como deseable”.

“Me quedo con la tremenda responsabilidad, pero tremenda alegría, de que -en el cuadro prospectivo a 10 años plazo- hay altísimas expectativas de los niños de que la educación mejore”, concluyó el secretario de Estado, quien llamó a que “no los defraudemos los adultos”.