7 DE ABRIL DE 2016

[ARCHIVO] Mandataria participó en la cena del Centro de Estudios del Cobre y la Minería

En su discurso, la máxima autoridad nacional afirmó que “es tiempo de pensar con sentido de comunidad y de poner manos a la obra, a todos nos toca poner de nuestra parte y la acción se debe desplegar desde ya”.

Durante la noche del miércoles, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, participó en la vigésima cena del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) que se realizó en Espacio Riesco.

En el encuentro, acompañada por los ministros de Minería, Aurora Williams, y Energía, Máximo Pacheco, la Mandataria destacó que “la complejidad de los desafíos que enfrentamos como país no autoriza caminos voluntaristas ni unilaterales. Es tiempo de pensar con sentido de comunidad y de poner manos a la obra, a todos nos toca poner de nuestra parte y la acción se debe desplegar desde ya”.

En este sentido, la máxima autoridad nacional afirmó que “el nuestro es un gran país; y si miramos los fenómenos globales, tendremos que reconocer que estamos enfrentando estos desafíos a tiempo y de manera responsable”.

Asimismo, subrayó que “hoy día la confianza y la cooperación no pueden descansar en la repetición de lo que hacíamos en el pasado. El mundo y nuestro país están en cambio y demandan cambios”.

En su intervención, la Presidenta resaltó que “la capacidad de reacción es clave, conformarse con el inmovilismo sólo traerá más incertidumbre. La confianza que necesitamos sólo puede surgir de la disposición a cooperar para construir nuevas formas de desarrollo que nos hagan más competitivos en el nuevo contexto y de la que nos beneficiamos todos”.

La Jefa de Estado, además, manifestó que “el destino de la minería, y especialmente del cobre, no nos es indiferente”. En este escenario, llamó a “ponernos de acuerdo en abordar los viejos cuellos de botella que persisten en la minería, principalmente mejorar la calificación de los recursos humanos e innovar. Junto con ello, es imprescindible abordar adecuadamente los estándares laborales, ambientales y comunitarios que hoy son mucho más exigentes que ayer”.

Además, destacó la puesta en marcha del Programa Nacional de Minería de Alta Ley, una plataforma de coordinación público-privada con metas ambiciosas. “En 20 años, contar con 250 empresas proveedoras de clase mundial y exportaciones de bienes y servicios mineros por más de 4 mil millones de dólares; pasar desde los 5,5 millones de toneladas métricas de cobre producidas en promedio en los últimos 10 años a 7,5 millones en los próximos 20 años, y que de ellos, el 80% esté en los primeros cuartiles de costo”, detalló.

Al concluir su discurso aseveró que “enfrentamos una doble tarea, con dos horizontes temporales distintos: uno más urgente, que es recuperar con prontitud el dinamismo de nuestra economía, y otro de más largo plazo, más estratégico, que es sentar las bases de una sociedad que sea, al mismo tiempo, competitiva y más cohesionada. Y no se trata de objetivos excluyentes; por el contrario, se trata de dos momentos de una misma obra: Chile como país desarrollado”.