27 DE MAYO DE 2016

[ARCHIVO] Chile Sin Femicidios: Campaña 2016 que busca prevenir la violencia contra las mujeres

La violencia afecta a mujeres de cualquier edad, condición económica y social y de cualquier religión. Puede ocurrir al interior de la pareja, en el trabajo, en los lugares de estudio y en los espacios públicos.

“Un femicidio no ocurre por el uso de alcohol, de drogas. Los femicidios ocurren porque vivimos en una sociedad donde aún se permite vivir en desigualdad entre hombres y mujeres”, señaló la ministra del Sernam, Claudia Pascual.

Las mujeres, por el hecho de ser mujeres, viven diversas formas de violencia de parte de parejas o del entorno que va desde el control hasta la agresión física. Esto se justifica porque en muchas culturas, incluida la chilena, todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la libertad y la vida de las mujeres.

Las formas de agresión a las mujeres van desde los empujones y zamarreos, tirones de pelo, pellizcos, apretones, golpes de puño y patadas hasta los golpes con objetos. La forma más fuerte de agresión física contra una mujer es el femicidio.

Es el homicidio cometido contra la mujer que es o ha sido cónyuge o conviviente del autor del crimen. En Chile es castigado con condenas que pueden ir de quince años y un día de cárcel hasta el presidio perpetuo calificado.

Cuando se intenta controlar a una mujer mediante amenazas, humillaciones y presión emocional con el propósito de hacerla sentir insegura y sin control sobre su vida y decisiones.

Cuando una mujer es obligada, mediante la fuerza física o amenazas sicológicas, a tener relaciones sexuales o a realizar actos sexuales que le resultan humillantes o degradantes.

Cuando se intenta controlar a la mujer a través de la entrega del dinero necesario para su mantención personal o de la familia. También constituye violencia económica cuando se apropian del dinero que ganó la mujer con su trabajo.

Cuando a una mujer se le exigen favores sexuales a cambio de su permanencia en el trabajo o se condiciona su ascenso o cualquier mejoría laboral. También ocurre en los lugares de estudio, cuando se condicionan notas o pasar de curso a cambio de acceder a las peticiones de un profesor o director.

Casi todas las mujeres, de distintas edades y condición social, han sido molestadas o agredidas en la calle, en el transporte público e incluso en su trabajo. Con el pretexto de un “piropo” o que la mujer sería atractiva se les dicen groserías, o se justifican “agarrones” y manoseos.

La ley de Violencia Intrafamiliar (ley 20.066) protege a las mujeres del maltrato que afecte sus vidas o su integridad física o psíquica al interior de la familia o al interior del matrimonio. Esta ley deberá ampliarse de modo de proteger más a las mujeres antes las distintas formas de violencia, más allá del contexto familiar.

Fono Sernam 800 104 008