20 DE ABRIL DE 2017

[ARCHIVO] Presidenta: “Nuestra reforma está en marcha y es motivo de orgullo para Chile”

En un encuentro con rectores de universidades públicas latinoamericanas, la Jefa de Estado defendió los cambios en materia educacional que impulsa su Gobierno. “Nuestra propuesta, que recogió uno de los más profundos anhelos de la ciudadanía, se ha ido consolidando en un largo camino, con dificultades y tropiezos, pero con un avance sostenido”, sostuvo.

En el Salón O’Higgins del Palacio de La Moneda, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, recibió a los líderes de las principales Universidades públicas de América Latina y el Caribe, que se dan cita en nuestro país para participar de la VIII Asamblea General de Rectores de Red de Macrouniversidades, que se realiza este 20 y 21 de abril en la Casa Central de la Universidad de Chile.

Durante la instancia, el Presidente de la Red de Rectores de Macrouniversidades y Rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Edgardo Barbieri, hizo entrega a la Mandataria del Grado de Doctor Honoris Causa de dicha casa de estudios.

Tras agradecer la distinción, la máxima autoridad de nuestro país expresó que se trata de “un reconocimiento a los logros que ha obtenido Chile entero y donde sin duda sobresale la reforma educacional. Una reforma que tiene en su centro precisamente a la educación pública, y que busca proveer, desde el Estado, educación de calidad para todos nuestros niños, niñas y jóvenes, sin excepción y sin distinción entre quienes pueden y quienes no pueden pagar”.

Respecto a los cambios que impulsa su Gobierno en materia de educación, la Jefa de Estado aseguró que “nuestra propuesta, que recogió uno de los más profundos anhelos de la ciudadanía, se ha ido consolidando en un largo camino, con dificultades y tropiezos, pero con un avance sostenido”.

En este sentido, valoró que actualmente 235 mil jóvenes estudien de manera gratuita en las universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales adscritos al beneficio. “Hemos logrado algo que hasta hace poco parecía imposible: que la mitad más vulnerable de los jóvenes de Chile no tenga que pagar sus estudios superiores”, dijo.

Igualmente, enfatizó que “no queremos detenernos allí. Aunque sea gradual, nuestro horizonte -siempre lo hemos dicho- es la gratuidad universal. Porque buscamos consagrar por ley la política de gratuidad, evitando así que este cambio tan profundo para nuestra sociedad pueda ser revertido de acuerdo a los intereses políticos de uno u otro gobierno. Y confiamos en que el Congreso va a asegurar una de las grandes victorias para Chile en materia de educación superior en las últimas décadas”.

La Presidenta Bachelet puntualizó que “este camino nosotros vemos que las universidades públicas, las universidades del Estado, tienen un rol central. Por eso estamos trabajando en un marco jurídico e institucional específico, que potencie a las universidades del Estado y que permita que se consagren como referentes de calidad y excelencia, y que de esa manera continúen, incluso con más fuerza, contribuyendo al desarrollo social, cultural, artístico, científico, tecnológico y económico del país”.

En cuanto al apoyo que se les entregará desde el Estado, indicó que “lo que estamos haciendo con la nueva legislación es no sólo mantener la misión de la universidad pública, sino incluso elevar aún más lo que se le pide.  Pero, al mismo tiempo, modernizando los mecanismos de control del buen uso de los recursos públicos. Es decir, estamos buscando también flexibilizar rigideces que traban muchas veces la capacidad de competir de las universidades del Estado, en el marco de un sistema mixto”.

Asimismo, valoró la creación de dos nuevas universidades en Aysén y Rancagua; además del Proyecto de Ley que crea un ministerio de Ciencia y Tecnología, que apuntará, entre otras cosas, a potenciar a las casas de estudio como polos de conocimiento, investigación, reflexión y formación humana.

Finalmente, la Mandataria recalcó que “tenemos plena conciencia de que es compleja esta tarea. Pero hay dos certezas que no podemos ignorar: primero, que Chile no podía seguir esperando y ver cómo se dilapidaban nuestras chances de alcanzar un real desarrollo y de superar nuestras desigualdades. Y, segundo, más allá de todos los obstáculos y resistencias, hemos iniciado la transformación de nuestro sistema educativo con una mirada integral. Y nuestra reforma está en marcha y es motivo de orgullo para Chile”.