Preguntas Frecuentes

Preguntas frecuentes

No, porque las personas beneficiarias de Fonasa que accedían a las prestaciones bajo la Modalidad de Atención Institucional, o sea a través de los establecimientos de la Red Pública de Salud, debían realizar copago por las prestaciones percibidas, un 10% y 20% para los grupos C y D, respectivamente, dependiendo de sus ingresos. Desde septiembre de 2022, las atenciones son gratuitas, lo que es un gran alivio para el bolsillo de quienes perciben ingresos medios.

Porque en la Red Pública de Salud las personas que pertenecen a Fonasa en los tramos A y B ya tienen gratuidad en todas sus atenciones médicas. Se suman a todas las personas mayores de 60 años. Con esta medida, todas las personas que hoy pertenecen a Fonasa y se atienden en la Modalidad de Atención Institucional, es decir en la Red Pública, recibirán atenciones de salud con costo cero.

A partir de septiembre, cuando sea publicado en el Diario Oficial, ninguna persona que pertenece a Fonasa pagará por sus atenciones en la Red Pública de Salud.

Estamos comprometidos con entregar también una solución a las personas beneficiarias de Fonasa que tienen deudas por copagos acumulados, esto tomará algunas semanas porque requiere involucrar en esta conversación a la Contraloría General de la República y al Congreso. Sin embargo, para los casos especialmente urgentes, Fonasa tiene un procedimiento de condonación individual y nos encontramos reforzando nuestros equipos para poder atender adecuadamente los requerimientos. Para más detalles e información sobre este procedimiento, se puede consultar en el portal Red de Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social y Familia o en el portal de ChileAtiende.

El Fondo Nacional de Salud se hace cargo del pago de todas las atenciones médicas que las personas afiliadas realicen en la Red Pública.

No. Ninguna persona perteneciente a Fonasa tendrá que pagar. Independiente de si la enfermedad o tratamiento es AUGE/GES, la atención de salud tendrá costo cero en la Red Pública. Hoy son más de 2.500 prestaciones aranceladas en la Modalidad de Atención Institucional (MAI) que tendrán costo cero.

No, el acceso al sistema de salud está organizado y jerarquizado, garantizando que lleguen a los hospitales sólo aquellos que lo necesitan. La puerta de entrada es la Atención Primaria, por lo tanto, acceden a los hospitales quienes lo requieren.

Y segundo, esta medida busca disminuir las barreras de acceso para que las personas que lo necesiten puedan acceder a la Atención Primaria y después al hospital, y que lo hagan sin catástrofes financieras o gastos de bolsillo que les impiden resolver su problema de salud. Esto es bueno para ellas y para el sistema. Si las personas no pueden acceder, no van. Y, después, cuando lo hacen, el problema es más grave para las personas y más caro para el propio sistema.

Al tramo C pertenecen todas aquellas personas que perciben un ingreso imponible mensual mayor a $410.000 y menor o igual a $594.000. Hasta septiembre, estas personas contaban con una bonificación del 90% en las atenciones de salud en la Red Pública. En tanto, las personas que pertenecen al tramo D perciben un ingreso imponible mensual mayor a $594.000. Hasta septiembre, estas personas tenían una bonificación del 80% en las atenciones de salud en la Red Pública.

A contar de septiembre, más de 5 millones de personas, que son quienes pertenecen a ambos tramos, recibirán atenciones de salud en la Red Pública con costo cero. De manera que todas las personas que hoy pertenecen a Fonasa y se atienden en la Modalidad de Atención Institucional (MAI), es decir en la Red Pública, también tendrán garantizado su acceso. Fonasa cubrirá el costo total del tratamiento en la MAI.

No. Caracterizar a la población que pertenece a Fonasa nos permite seguir trabajando para focalizar de mejor manera las políticas públicas en Salud y realizar acciones que beneficien a todas las personas que habitan en Chile.

Por ejemplo, si una persona del tramo D es menor de 15 años y accede a un tratamiento de cáncer el monto total del tratamiento es de $12.829.220, Fonasa cubre $10.900.020 y deberá copagar $1.929.200. Esa persona no pagará por su atención de salud a partir de septiembre.

No. Ninguna persona, en ninguna situación deberá pagar. Es decir, si ingresa por urgencia a un hospital, las atenciones odontológicas, de salud mental, si utiliza la Ley de Urgencia o algún programa especial (como cirugía bariátrica o fertilización in vitro), en la Red Pública, el costo siempre será cero.

Es bueno precisar, para evitar confusiones, que los procedimientos del Pago Asociado a Diagnóstico (PAD) y las personas que se hospitalizan en pensionado, corresponden a la Modalidad Libre Elección, por tanto, no son parte de este anuncio.

También tendrán costo cero, mientras estén incorporados en los tratamientos indicados por los médicos de la red pública.

Las listas de espera no representan toda la actividad asistencial que se da en hospitales. Hoy tenemos miles de acciones de salud que se hacen diariamente en la Red Pública y que tenían algún grado de copago, y que desde septiembre ya no van a tener un cobro para las personas.

Ahora bien, independiente de este anuncio, el Ministerio de Salud a través de su Subsecretaría de Redes Asistenciales, ya tiene en marcha un plan de reducción de listas de espera que contempla tres estrategias: la extensión horaria de pabellones para que funcionen los fines de semana; recuperar infraestructura no utilizada; y trabajar en la colaboración público-privada para aumentar la solución quirúrgica. Estas estrategias permitirán reducir los tiempos de espera por una atención de salud, problema que se vio agudizado durante la pandemia por Covid-19.

La gratuidad facilita que las personas vayan al médico oportunamente en caso de enfermedad y no se agraven, lo que significa menos licencias médicas o más cortas, lo que a la larga ahorra costos al sistema.

Esta medida fue anunciada por el Presidente Gabriel Boric en su primera cuenta pública. El Gobierno asumió el compromiso y la voluntad de fortalecer la Salud Pública, como una forma de aliviar el gasto de las personas en sus atenciones y dar un paso hacia un sistema universal en donde no existan barreras para acceder a la atención de salud.