25 DE ABRIL DE 2016

[ARCHIVO] Simce: crecimiento con equidad demuestra avances en la última década

Alza de más de 10 puntos en los resultados de aprendizaje en los últimos 10 años, mayor equidad de género y disminución de las brechas socioeconómicas demuestran un avance importante del sistema escolar, especialmente en las escuelas más vulnerables. Esto, a pesar de los grandes desafíos que todavía tiene por delante la educación del país.

El Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, junto a la Ministra de Educación, Adriana Delpiano y a las autoridades del Sistema de Aseguramiento de la Calidad, dieron a conocer este lunes los resultados de los Indicadores de desarrollo personal y social y de las pruebas de aprendizaje Simce, correspondiente a los niveles de 2°, 4° y 6° básico.

En la oportunidad, el Secretario Ejecutivo destacó que si bien en comparación con el año anterior existe una estabilidad en los resultados de Matemática y Comprensión de Lectura, al analizar los resultados de la última década, el sistema escolar ha tenido avances relevantes en calidad.

También subrayó los logros que ha alcanzado el sistema educativo en acortar las diferencias entre los estudiantes: “Tenemos dos noticias que muestran nuestro esfuerzo como país. Hemos logrado acortar las diferencias entre los estudiantes con más recursos y aquellos más vulnerables, gracias a los avances que han tenido estos últimos; y también hemos logrado hacer desaparecer las brechas de género en Matemática”, dijo Henríquez.

El Secretario Ejecutivo agregó que no obstante las buenas noticias, todavía queda una serie de materias pendientes para avanzar en calidad. En ese sentido, indicó que las brechas socioeconómicas aún debieran ser el centro de nuestra preocupación, al igual que mejorar las oportunidades de los hombres en lectura, quienes obtienen puntajes significativamente menores que las mujeres.

En la entrega de resultados Henríquez explicó que la Agencia de Calidad de la Educación busca evaluar con una mirada integral: “La calidad es más que el Simce y considera otros aspectos importantes del desarrollo de los estudiantes y del contexto en el que aprenden. Los Indicadores de desarrollo personal y social consideran autoestima, convicencia, participación y vida saludable, ámbitos donde el establecimiento tiene capacidad para influir y aportar para avanzar en calidad”, subrayó.

En el indicador Autoestima y motivación escolar, que considera la valoración y percepción personal de la capacidad de aprender y el interés por el aprendizaje, la mayoría de las respuestas de 4° y 6° básico (52 % 4° y 61 % en 6°) se encuentra en un nivel medio. Es decir, estos estudiantes tienen una confianza moderada en que pueden aprender lo que se propongan y se consideran capaces de lograr buenos resultados en distintos ámbitos.

Otro indicador muy relevante es Clima de convivencia escolar, el que concentra las percepciones en torno al grado de respeto e inclusión del establecimiento, el tener normas claras y un ambiente considerado seguro. En 4° básico, la mayoría de las respuestas de los alumnos se encuentra en un nivel alto (64%), es decir, estudiantes, apoderados y docentes manifiestan que existe un alto nivel de respeto en el trato entre estudiantes y entre estudiantes y profesores. En 6° básico la mayoría de las respuestas de los estudiantes se encuentra en un nivel medio (59 %), es decir, los alumnos manifiestan que existe un nivel de respeto moderado en el trato entre estudiantes y entre estudiantes y profesores. Por su parte, docentes y apoderados señalan que prevalece un trato respetuoso.

En Participación y formación ciudadana, que contempla la participación de alumnos, alumnas y apoderados, el sentido de pertenencia de los estudiantes y la vida democrática en el establecimiento, en 4° y 6° básico la mayoría de las respuestas de estudiantes y apoderados se encuentra en un nivel alto (71 % y 59 %, respectivamente). Esto quiere decir que los estudiantes y apoderados declaran haber tenido una alta participación en las actividades recreativas, deportivas, culturales y de ayuda que organiza el establecimiento. Además, los estudiantes señalan que se promueve la expresión de ideas y opiniones, teniendo un alto nivel de identificación y compromiso con sus escuelas.

El indicador Hábitos de vida saludable considera los hábitos alimenticios, los relacionados a la actividad física, las conductas de autocuidado, consumo de drogas y la sexualidad, entre otras. En 4° y 6° básico la mayoría de las respuestas de estudiantes se encuentra en un nivel medio (52 % en 4° y 70 % en 6°), lo que significa que los estudiantes declaran consumir con alguna frecuencia comida rápida, golosinas y bebidas gaseosas en el establecimiento; realizan ocasionalmente actividad física en los recreos, después de clases o en talleres, y señalan que el colegio le ha dado un mediano énfasis a la enseñanza de hábitos de higiene y prevención del consumo de tabaco, alcohol y drogas.

“La mayoría de las respuestas de los Indicadores de desarrollo personal y social se encuentran en un nivel medio o alto. Sin embargo, hay una oportunidad de mejora, con especial atención en hábitos de vida saludable”, dijo el Secretario Ejecutivo.

Respecto de los resultados de aprendizaje Simce, Matemática muestra un avance significativo en los aprendizajes de los estudiantes de 4° básico durante la última década: “Esto es fruto de un esfuerzo sistemático de los distintos gobiernos por mejorar los aprendizajes de nuestros niños y niñas más pequeños. Cabe destacar que la Ley SEP entregó importantes recursos a los establecimientos a los que asisten estudiantes vulnerables, lo que ha tenido un impacto positivo en el sistema escolar”, subrayó Henríquez.

En el caso de 6° básico no se observan variaciones significativas de los resultados de Matemática durante los primeros tres años de aplicación de esta prueba.

En Comprensión de Lectura, los resultados Simce muestran un avance de 10 puntos en los aprendizajes de los estudiantes de 4° básico en la última década, lo que refleja el gran esfuerzo del sistema escolar por mejorar. En 6° básico se han producido fluctuaciones de los resultados en las primeras evaluaciones, lo que no permite establecer una tendencia, sin embargo, hubo un aumento de 7 puntos en la última medición, lo que probablemente esté relacionado con una mayor apropiación del nuevo currículo por los docentes.

“Es importante destacar que pese a que aún tenemos importantes aspectos que mejorar en la educación de nuestro país, los esfuerzos realizados en las últimas décadas han rendido frutos”, manifestó el Secretario Ejecutivo. Uno de ellos, clave, es que en Matemática en 2015 no hay diferencias entre los resultados de hombres y mujeres en 4º básico, diferencia que progresivamente fue disminuyendo hasta desaparecer en esta medición.

A diferencia de Matemática, las brechas de género en Lectura siguen siendo 11 puntos a favor de las niñas en 4° básico y 12 puntos en 6° básico. Esta situación ha sido estable en el tiempo, por lo que es una tarea mejorar las oportunidades de aprendizaje de los hombres en Lectura.

En el caso de las brechas socioeconómicas de los alumnos, el factor que más explica los resultados educativos, hemos tenido avances. En Matemática, si se compara el puntaje promedio en 4º y 6º básico entre los establecimientos de GSE bajo y alto, encontramos diferencias de 66 y 79 puntos, respectivamente. Sin embargo, al mirar la última década, en 4º básico, existe una clara disminución de la brecha (en 11 puntos) entre los GSE alto y bajo (desde 77 en 2005 a 66 puntos en 2015).

En el caso de Comprensión de Lectura, las diferencias de resultados entre establecimientos son menores que en Matemática. En 2º básico, la diferencia entre los resultados de establecimientos de GSE alto y bajo es de 53 puntos, en 4° básico de 54 y en 6º básico es de 57 puntos. Al analizar nuevamente los resultados de la última década en 4º básico, podemos ver que la brecha disminuyó 15 puntos (de 69 pasa a 54 puntos).

“Esta disminución en la brecha entre los grupos socioeconómicos extremos se debe a que los grupos más desaventajados han tendido a mejorar significativamente sus resultados, a la vez que los grupos medio alto y alto se han mantenido estables en sus resultados. Esto implica que la tendencia al alza de los puntajes Simce que hemos observado durante la década, ha generado también un aumento en la equidad de los puntajes. Los puntajes han crecido y son más equitativos”, dijo Henríquez.

El Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad explicó que la entidad analizó cuáles eran aquellos factores virtuosos que las escuelas podían realizar para mejorar sus resultados. En ese sentido, indicó que “hay aspectos que influyen en los resultados educativos y que la escuela puede gestionar, trabajar y desarrollar con los miembros de su comunidad escolar. No solo nos importa que los estudiantes aprendan, sino que también este aprendizaje se desarrolle en un ambiente de respeto, que la escuela tenga un equipo directivo que lidere los procesos de mejora, docentes que conocen e implementan distintas estrategias de evaluación y retroalimentación, padres y apoderados involucrados, entre otras actividades”.

Si bien insistió en que los factores no son causales, sí marcan la diferencia. En establecimientos con iguales características socioeconómicas, una escuela puede mejorar 53 puntos en la escala Simce (casi el tamaño de la brecha por GSE) y 18 en los Indicadores de desarrollo personal y social, entendiendo que ambos se miden es escalas distintas. Estos son:

  1. Ambiente de respeto y buen trato: La convivencia en la escuela permite que los estudiantes aprendan y crezcan seguros.
  2. Fomento de estrategias pedagógicas y de evaluación: Equipos directivos que generan condiciones para que los docentes desarrollen actividades orientadas a ajustar sus prácticas después de haber evaluado y a retroalimentar a los estudiantes.
  3. Retroalimentación docente: Los profesores revisan las actividades asignadas a los estudiantes y explican los contenidos hasta que estos entiendan.
  4. Hábito lector del estudiante: Estudiantes que leen textos seleccionados por ellos, les dedican tiempo y buscan más por diversión.
  5. Hábito lector de padres y madres: Estudiantes cuyos padres y madres cultivan el gusto por la lectura y ofrecen oportunidades de lectura a sus hijos.