30 DE MARZO DE 2017

[ARCHIVO] Presidenta Bachelet recibió Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Évora

En el marco de la Visita de Estado que realiza a Portugal, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, recibió esta tarde el grado de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Évora.

Tras un recorrido por las dependencias de la segunda casa de estudios más antigua del país y la imposición de las insignias doctorales por parte de la rectora de la entidad, Ana Costa Freitas, la máxima autoridad nacional agradeció el título, señalando que “lo acepto como una valoración de lo que representa Chile para la comunidad académica de Portugal. Y sobre todo, como un reconocimiento al camino que Chile ha decidido recorrer para hacer también un país con mayor igualdad, con mayor justicia y con mayor libertad”.

Durante su discurso, abordó la importancia de la enseñanza para el desarrollo del país y la relevancia de fomentar la colaboración entre universidades chilenas y portuguesas para potenciar este fin.

“Reformar la educación ha sido y es un imperativo de alcance global. Casi no existen países donde no haya habido intentos de alinear la formación de capital humano con las exigencias del desarrollo, tanto para alentar el crecimiento económico como para construir sociedades más democráticas y equitativas. En las agendas de los organismos internacionales la reforma educativa ocupa un lugar prioritario desde hace muchos años”, aseguró.

Sobre la Reforma que impulsa su Gobierno, la Gobernante subrayó que “esto no es una tarea sencilla, lo saben todos los países que han emprendido reformas educacionales”. No obstante, reiteró que era algo fundamental, en una sociedad que apunta a reducir la desigualdad. “Hacer de Chile una sociedad más igualitaria y al mismo tiempo más competitiva ha pasado a ser nuestro propio viaje a la Luna. Es una tarea ardua, titánica a ratos, pero estoy convencida que estamos caminando en la dirección correcta para lograrlo. Y en el corazón de este esfuerzo se encuentran los cambios estructurales que hemos emprendido en el sistema educativo”, afirmó.

La Mandataria repasó los avances alcanzados en la materia, como la obligatoriedad de la educación primaria y la alta cobertura en este nivel, al igual que en la educación inicial, pero hizo hincapié en que “lamentablemente, la buena educación en Chile ha estado disponible mayormente para quienes pueden pagarla o están dispuestos a endeudarse por altos montos, sin que el mérito y el esfuerzo fueran suficientes para permitir el acceso a la educación superior”.

Al respecto, explicó que “de ahí que un objetivo central de nuestro proceso de cambios fuera consagrar la gratuidad de la educación, esto es, sustituir el esfuerzo de las familias como fuente de financiamiento de la educación, por recursos públicos. Y hacerlo en un marco de derechos universales y no como políticas asistenciales aleatorias. Esto, que en un país de Europa es como el aire que se respira, no es evidente en el resto del mundo, donde la expansión de la educación superior ha sido alcanzada fundamentalmente a través de soluciones de mercado”.

Y recalcó que “este año, más de 235 mil estudiantes están cursando sus carreras profesionales o técnicas de manera gratuita. Hemos garantizado así que, al menos, la mitad de los estudiantes, que corresponden a los deciles más vulnerables, accedan a este derecho”. Asimismo, mencionó la creación de las dos nuevas universidades públicas; la instauración de un Centro de Formación Técnica público por región; el fin del copago y la selección; y la carrera docente, entre otros.

“Se trata de un proceso de cambios a todo lo largo del sistema educativo, impactando en todos sus niveles. Se trata de garantizar una trayectoria educativa que genere oportunidades reales, y no que potencie la reproducción de las inequidades de base que puedan traer los estudiantes. Es, en síntesis, hacer de la educación efectivamente ese derecho que democratiza el acceso al conocimiento y las herramientas habilitantes que necesitarán en el futuro, y no un privilegio o un bien de consumo al que pocos acceden”.

Finalmente, la Presidenta Bachelet se refirió a los obstáculos enfrentados durante este proceso, indicando que “como es esperable, el proceso político de este conjunto de reformas ha sido áspero, y ha tenido la oposición frontal de quienes aún consideran que la provisión privada de la educación es una mejor opción que la provisión pública”, pero reparó en que “era un cambio inaplazable. Las diferencias no justificadas en el acceso a la educación siguen siendo vistas como fuente de desigualdad por la mayoría de los chilenos. Fueron esas enormes mayorías las que en 2011 salieron a la calle, exigiendo educación gratuita y de calidad, quienes pusieron en primer lugar la transformación que hemos emprendido”.