12 DE JUNIO DE 2018

Ministerio del Trabajo y Previsión Social presentó programa para contribuir a erradicar el trabajo infantil

El objetivo del proyecto es capacitar en diversos oficios a 70 familias de niños, niñas y adolescentes trabajadores o en riesgo de trabajar, para optar a un puesto de trabajo. En la actualidad en Chile, trabajan más de 200 mil niños, niñas y adolescentes.

En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el ministro del Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, junto al subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, y la subsecretaria de Previsión Social, María José Zaldívar, lanzaron el “Proyecto Empleabilidad de familias de niños trabajadores”, iniciativa que busca entregar herramientas para que adultos, cuyos hijos menores de edad trabajan, puedan conseguir empleo.

“Quiero partir pidiendo perdón como sociedad a los más de 200 mil niños, niñas y adolescentes a los que no hemos sido capaces de apartar del mundo del trabajo, negándoles su derecho humano a tener una niñez y adolescencia tranquila, a ir al colegio y jugar con sus amigos. Niños que viven mayoritariamente en condición de vulnerabilidad, porque casi un 60% de ellos pertenecen a los dos quintiles más pobres de nuestro país. Porque aunque Chile es uno de los países con menor tasa de trabajadores infantiles a nivel mundial -6,6%-, mientras haya un solo niño y niña en esa condición, no podemos bajar los brazos”, señaló el Ministro.

El secretario de estado destacó que en el gobierno del Presidente Piñera se ha puesto de manifiesto una especial preocupación por los niños y niñas de nuestro país, pues hace pocas semanas se dieron a conocer las 94 medidas adoptadas en el marco del “Acuerdo Nacional por la Infancia”.

En esta línea, agregó que “asumiendo el llamado del Presidente, es que hoy lanzamos este programa, que financia el programa ProEmpleo –del Ministerio del Trabajo y Previsión Social- y ejecuta la Vicaría de la Pastoral Social, que busca contribuir a la empleabilidad de los familiares de niños, niñas y adolescentes que trabajan o están en riesgo de trabajar, en las comunas de Recoleta, Quilicura, Conchalí, Independencia y Santiago Centro”.

“Tenemos altas expectativas, porque en el piloto –ejecutado el año 2017- los resultados fueron auspiciosos. De los 60 adultos intervenidos, 47 fueron certificados y 15 de ellos obtuvieron contratos de trabajo. El programa contaba además con 51 niños, niñas y/o adolescentes trabajadores y 18 en riesgo de trabajar; de estos niños, 36 dejaron de trabajar y los que estaban en riesgo, finalmente nunca lo hicieron. Este año se suman 70 familias a este programa y esperamos que al finalizar la intervención, el 100% de ellos tenga la posibilidad de encontrar trabajo, lo que posibilitará un mayor bienestar familiar y la disminución del riesgo de que sus hijos deban trabajar”, señaló el ministro Monckeberg.

Testimonios 

En la actividad participaron adultos que entregaron su testimonio de lo que significó para ellos trabajar cuando niños y beneficiarios del programa en su versión 2017 y 2018.

“Fui una niña trabajadora, yo ayudaba a mi abuelo a vender cosas en el persa. Para los niños que hemos trabajado es una experiencia de dulce y agraz. No me gustaba cuando me quedaba sola, tenía sensación de nerviosismo y desamparo. El ayudar a mi abuelo surgió de mí, porque en mi casa hacía falta el dinero y pensé que podía aportar un poco. Tras mi separación empecé a trabajar y la única opción que encontré fue trabajar en el mismo persa, pero esta vez con mis hijos. Esa es una sensación muy desagradable, porque pensaba en que ellos debían estar en la casa, en el colegio, jugando, pero me tenían que acompañar y tenían que pasar frio, en el verano calor y muchas veces hambre. Gracias a las chicas de la Vicaría que me dieron a conocer este proyecto de la erradicación del trabajo infantil, que es un proyecto maravilloso. Me dio la oportunidad de aprender un oficio y luego de hacer una práctica. Con todos estos conocimientos adquiridos yo pude salir adelante y ahora puedo decir orgullosa que soy el sustento de mi hogar, mis hijos ya no salen conmigo. Espero que los chicos nuevos del curso aprovechen esta oportunidad porque no se presentan todos los días”, señaló Ana María Matamala, quien actualmente trabaja de garzona y fue beneficiaria del proyecto en el año 2017.

“Empecé a cartonear a los 8 años con un carretón. El frío y el hambre fue algo tremendo, que no se lo doy a nadie. Esta oportunidad que le están dando a los beneficiarios tienen que aprovecharla, yo no tenía a nadie en la familia que me ayudara. Gracias a  Dios y al programa de reciclaje que aprendí, empecé a trabajar y eduqué a mis hijos, y hoy estoy pagando la universidad de dos de mis hijas”, explicó Paulina Martínez, recicladora de base de la comuna de Peñalolén.

Al finalizar el encuentro, el ministro aseguró: “quiero hacer un compromiso con la población menor de edad que aún trabaja en este país: redoblaremos los esfuerzos en materia de fiscalización y de aplicación de multas, para reducir a cero el número de niños, niñas y adolescentes trabajadores”.

En la ceremonia también participaron Luis Berríos, Secretario Ejecutivo de la Vicaría de la Pastoral Social Caritas; Monseñor Jorge Concha, Vicario de la Pastoral Social,; Carol Bown, subsecretaria de la Niñez; Patricia Muñoz, Defensora de los Derechos de la Niñez además de los Integrantes del Comité Nacional Asesor para la Erradicación del Trabajo Infantil.