La directora nacional del Servicio Nacional de Menores, Marcela Labraña, visitó el Juzgado de Familia de Melipilla, donde se acondicionó una sala especial para efectuar las entrevistas a los niños, niñas y adolescentes, lo que permite evitar su revictimización.
Esta sala Gesell implementada el 2012 fue pionera en nuestro país, permitiendo que los niños cuenten con un espacio físico adecuado durante el proceso judicial, garantizándoles el derecho a ser oídos, tal como lo establece el artículo 12 de la Convención sobre Derechos del Niño.
Tras el recorrido por el lugar, la directora del Sename señaló que “creo que se abre una nueva etapa al reconocer a los niños como sujetos de derecho y acá se está llevando a la práctica en un proceso de alta complejidad, como es un proceso judicial, respetando la edad que ellos tienen, su entorno y su desarrollo cognitivo”.
La magistrado del Juzgado de Familia de Melipilla, María Olga Troncoso, quien lideró esta iniciativa, explicó el funcionamiento de este espacio. “Esta sala está dividida en dos ambientes, por un lado está el entrevistador, que en este caso es un consejero técnico, y por el otro lado, en la sala de observación, se encuentra el juez de familia, quien ve el proceso mientras se graba el audio y video de la entrevista”.
Troncoso destacó que “estamos incorporando un cambio cultural, en el cual los niños pasaron de ser objetos de derecho a sujetos de derecho. Estamos en un proceso de reflexión, autocritica y de abordaje de la gestión judicial en cuanto a la participación de niños”.
Durante la implementación de este proyecto en el país, Sename ha participado apoyando la capacitación de los jueces de familia y funcionarios judiciales en la normativa nacional e internacional.
Actualmente, el 50 por ciento de las salas Gesell ha sido implementada a nivel nacional, existiendo en cada Juzgado de Familia regional un espacio para los niños. Se espera que el 2015 se completen las 60 salas especiales para este tipo de procesos.