8 DE ENERO DE 2020

Conoce las medidas y recomendaciones para prevenir el virus Hanta

Los meses más cálidos son temporadas propicias para el contagio de este virus, debido a la mayor circulación de visitantes en campos y bosques. Para evitar su propagación existe una serie de precauciones que se deben tomar.

El Síndrome Pulmonar por Hantavirus es una enfermedad infecciosa aguda, que se adquiere por contacto con fluidos de ratones silvestres de “cola larga” (oligorizomys longicaudatus). Habitualmente es grave y puede llegar a ser mortal.

Como se trata de una enfermedad estacional, de meses cálidos, es fundamental tomar una serie de precauciones para evitar el contagio.

¿Cómo se contagia el Hantavirus?

Se adquiere por contacto con fluidos de ratones silvestres de “cola larga” (Oligorizomys longicaudatus) portadores del virus, principalmente a través de las fecas y orina que dejan en los matorrales o en espacios cerrados como cabañas y bodegas. Los aerosoles de esta orina son inhalados luego por las personas y de esa forma se produce el contagio.

 
¿Cuáles son los síntomas?

La enfermedad tiene un período de incubación de 1 a 3 semanas, con un rango de 3 a 45 días y se caracteriza por fiebre, mialgias (dolores musculares) y trastornos gastrointestinales, seguido por un inicio repentino de insuficiencia respiratoria e hipotensión. La enfermedad evoluciona con rapidez hasta llegar a un cuadro de insuficiencia respiratoria grave y shock.

 
¿Cuál es la época de mayor riesgo?

La época de primavera y verano son propicias para la enfermedad debido a la mayor circulación de visitantes en campos y bosques.

 
¿Quiénes están más expuestos a un contagio?

Residentes y visitantes de zonas rurales que ocupan, por razones laborales o recreacionales, espacios con poca intervención humana donde existe la presencia del ratón.

 
¿Cuáles son los lugares donde hay que tener más cuidado?

En zonas rurales o semi-rurales mantener precaución, especialmente cuando se van a acercar o entrar a lugares cerrados como galpones o a casas que han estado deshabitadas por un largo tiempo. 

Antes de entrar a esos lugares hay que ventilarlos durante 30 minutos, ingresar con mascarillas y con guantes y hacer una sanitización con agua con cloro.

 
Prevenir es clave

Al interior de las viviendas:

  • Sellar con materiales resistentes (acero, cemento, etc.) todas las aberturas por donde puedan ingresar roedores.
  • Eliminar elementos de desuso, que puedan servir como refugio a los roedores.
  • Realizar una buena disposición de basura, a través de tarros cerrados con tapa.
  • Mantener alimentos almacenados en envases herméticos.
  • No mantener restos de alimentos, incluidos los de mascotas, al alcance de los roedores, lavando en forma inmediata lo utilizado y disponiendo los residuos correctamente en tarros de basura.

 

Exterior de viviendas:

  • Previo al ingreso de lugares que han permanecido cerrados, se recomienda ventilar por 30 minutos, abriendo puertas y ventanas. Posterior a esto, rociar con solución de cloro para evitar la formación de aerosoles.
  • Mantener despejado, limpio y libre de elementos que sirvan de alimento o refugio para roedores todo el perímetro de la vivienda.
  • Desmalezar y mantener el pasto corto, en un perímetro de 30 metros alrededor de la vivienda. 7 días previos a esta acción, se recomienda desratizar el perímetro de la vivienda, para evitar migraciones de roedores al interior de esta.
  • Al igual que al interior del domicilio, se debe disponer la basura en tarros debidamente cerrados. Si no hay posibilidad de recolección, se recomienda enterrarla diariamente en lugares alejados de la vivienda y cubiertos a lo menos por 30 cm. de tierra.
  • Mantener protegidas las fuentes de abastecimiento de agua. Si no es potable, siempre utilizarla hervida.
  • Mantener bodegas (granos, leña, paja, herramientas, etc.), a no menos de 30 metros de la vivienda y bien ventiladas.

 

En el campo y en el camping:

  • Transitar por senderos o caminos habilitados. No internarse en lugares con vegetación abundante.
  • Evitar recolectar frutas silvestres o leña.
  • Acampar en lugares abiertos, donde no existan evidencias de roedores. Ir siempre a camping autorizados.
  • Aplicar medidas de control de roedores dentro de campamentos (forestal, agrícola, entre otras).
  • Utilizar carpas con piso y enteramente selladas. Limpiar el área donde se desea acampar.
  • Guardar los alimentos en envases con tapa.