8 DE SEPTIEMBRE DE 2017

[ARCHIVO] Científicos nacionales llegan a salas de clases para despertar vocaciones

La nueva edición de la iniciativa “1000 científicos 1000 aulas” del Programa Explora de CONICYT, que lleva la ciencia a las salas de clases desde el año 2000, estrena una plataforma en línea inspirada en Google, con un nuevo periodo de ejecución que se extiende durante todo el año académico y en todas las regiones de Chile. Conversamos con algunos de los científicos y científicas que participan este 2017 por quinta y sexta vez.

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Cuando le preguntan a un niño o niña cómo se imagina a un científico, usualmente la respuesta es un genio loco en bata blanca. Es, precisamente, esa convención la que el Programa Explora de CONICYT busca cambiar con la iniciativa “1000 científicos 1000 aulas” donde investigadores reales llegan a escuelas y liceos de todo el país para conversar con estudiantes, contarles sobre su vida y las líneas de investigación que realizan.

Este año el ciclo tiene dos grandes novedades. La extensión de la iniciativa, que antes se realizaba durante solo un mes, a todo el año académico; y el lanzamiento de una plataforma web de acceso mucho más intuitiva, para facilitar tanto la inscripción de los científicos con sus ponencias, como la búsqueda de profesoras y profesores interesados en que visiten sus escuelas.

Este último avance tecnológico inspirado en el buscador Google y desarrollado por el Departamento de Tecnologías y Procesos (DTP) de CONICYT, permite que exista una oferta en línea de las charlas disponibles, para que sean seleccionadas por docentes de cualquier ciclo de enseñanza, de forma instantánea y sin intermediarios.

Natalia Mackenzie, directora del programa Explora de CONICYT, señala que “eran muchas las charlas ofrecidas en todo el país que, por diferentes motivos, no se alcanzaban a realizar sólo en el mes de octubre. Por ello, esta ampliación busca satisfacer los requerimientos de establecimientos que valoran el aporte de los científicos. Experiencia que es clave para el Programa, ya que propicia el encuentro entre el mundo de las ciencias y el aula, con la finalidad de acercar a niñas y niños al mundo de las ciencias”.

“Los niños y niñas siempre se sorprenden cuando te ven, porque se dan cuenta que los científicos somos personas normales, comunes y corrientes”, dice Daniela Sauma, doctora en Ciencias experta en inmunología de la Universidad de Chile. Quien ya se inscribió este año -por sexta vez- con sus charlas “El Sistema Inmune: el ejército que nos mantiene sanos” y “Comprendiendo el SIDA”, diseñadas para 7° Básico a 4° Medio.

Despertar vocaciones científicas es uno de los objetivos de esta pionera iniciativa que durante el 2016 totalizó 1.734 charlas y que ha logrado no sólo conectar a alumnos y alumnas con los científicos, sino que les ha permitido a ellos, salir de sus laboratorios y hacer ciencia en primera persona, al dar a conocer su historia de vida, lo que los mueve y también las dificultades que han enfrentado en su carrera profesional.

“Un día estaba trabajando en mi laboratorio (en la Facultad de Ciencias de la U. de Chile) cuando una estudiante se me acerca a decirme que yo había visitado su colegio en una de estas charlas, y que esa conversación la motivó a seguir una carrera en ciencias, estudiando biotecnología. Fue emocionante”, cuenta la investigadora FONDECYT, Daniela Sauma.

Por su parte, el doctor en bioquímica y especialista en apicultura, Enrique Mejías, ha participado en cinco ediciones de “1000 científicos 1000 aulas”, y este es su sexto año visitando escuelas con sus ponencias “Usos y aplicaciones alternativas de la miel de abejas”; “El polen apícola y sus múltiples usos como producto natural” y “Mieles y pólenes chilenos: fuente de moléculas bioquímicamente activas”, para 7° Básico a 2° Medio.

“Participar en estas instancias con escolares es una gran herramienta para los investigadores, pues permite explicar conceptos complejos en un lenguaje simple. Y al dominar este ejercicio, facilita presentar proyectos a profesionales de otras áreas distintas a la propia”, explica Mejías, profesor de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM) e investigador FONDEF y FONDECYT.