23 DE DICIEMBRE DE 2014

Alto al Fuego: La campaña que busca evitar quemaduras en las fiestas de fin de año

Como todos los años, el llamado de esta campaña es a no comprar fuegos artificiales, cuyo uso doméstico está prohibido por ley.

No comprar, no usar y no vender fuegos artificiales. Ese es el llamado que hicieron el Ministerio de Salud y COANIQUEM, al lanzar en conjunto la campaña Alto al Fuego, que se desarrolla desde hace más de 20 años en nuestro país.

Ningún fuego artificial es inocuo. El año pasado cinco niños tuvieron quemaduras y la meta de este año es que no haya ningún niño con lesiones por fuegos artificiales. El llamado es a no comprar fuegos artificiales y denunciar la venta ilegal de estos.

Al respecto, el jefe del departamento de Control de Armas y Explosivos de Carabineros de Chile, Coronel René Martínez, señaló que este año los decomisos y vigilancia se realizarán en forma extensa en ferias libres de todo el país.

  • La manipulación de “Chispitas”, “estrellitas”, “petardos”, “viejas”, “guatapiques” y “virutillas”, es la principal causa de quemaduras de fin de año.
  • La manipulación de fuegos artificiales puede provocar incendios en viviendas y otros inmuebles.
  • No permita que los niños y niñas manipulen pólvora. No hay pólvora inofensiva, una vez encendida es ingobernable.
  • Compre luces navideñas con certificación de calidad. Si se usan de años anteriores, asegurarse que estén en buen estado.
  • No recargue el árbol de Navidad con adornos eléctricos, porque provocan incendios.
  • Siempre apague las luces de su árbol al salir o antes de ir a dormir.
  • En caso de quemaduras eléctricas, desconecte la corriente del automático y el artefacto que está en contacto con la persona antes de tocarla.
  • Si no puede cortar la corriente, pararse sobre algo de madera o de goma y usar el mango de una escoba –nunca nada metálico- para separar a la persona del elemento que está generando la electrocución.
  • Luego, envolver la extremidad afectada con un paño limpio, para trasladarla inmediatamente a un recinto asistencial.

El año 2.000 se promulgó esta norma que prohíbe el uso doméstico de los fuegos artificiales. A la fecha se han reducido en más de un 90% el número de niños con quemaduras por fuegos artificiales.