26 DE JULIO DE 2014

Mandataria participó de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana

La Jefa de Estado hizo un llamado a trabajar en conjunto por las reformas que impulsa el Gobierno y recalcó que “nunca en nuestra larga historia compartida hemos tenido buenos frutos a partir de la división o los intereses particulares, sino porque hemos sabido anteponer el bien de nuestra patria a nuestros resquemores o diferencias”.

Esta mañana, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, participó de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, que se realizó en el Salón de Honor del Ex Congreso Nacional, instancia en la que también se celebraron los 57 años del partido. La ceremonia estuvo encabezada por el líder de la Falange, Ignacio Walker, y contó con la presencia de los ex mandatarios Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

Al hacer uso de la palabra, la Mandataria recordó hitos como la Ley de Reforma Agraria, la nacionalización del cobre, la reforma previsional, entre otras para ejemplificar que “todas esas transformaciones han sido posibles, porque hemos tenido una misma mirada de país, porque nos hemos unido la izquierda y el centro político, en torno a una misma misión humanista por la persona y su destino. Esa ha sido y es nuestra principal fortaleza”. En este sentido, agregó que con la Democracia Cristiana “tenemos una relación sólida, sustentada en el trabajo común, en propósitos compartidos y en tareas que hemos emprendido exitosamente. Esta historia de diálogo, de emprendimiento, de entendimiento y de construcciones comunes, sigue hoy plenamente vigente”.

En esta misma línea, la Presidenta de la República fue enfática al señalar que “la historia de nuestra alianza, es la de los avances para nuestra patria. Esa es la historia que estamos llamados a seguir escribiendo en conjunto, en que las diferencias emergen con más fuerza en ciertos momentos, pero no para debilitar, como les gustaría pensar a muchos, sino para articular, en una propuesta común, una mirada más amplia, más honda, más representativa y más señera, que sabe reconocer y valorar la lealtad y la amistad en momentos complejos, que nos ha permitido hacer de Chile un país nuevamente democrático, próspero en lo económico, reconocido en el mundo”.

La máxima autoridad destacó la importancia de los acuerdos para llevar adelante las reformas que impulsa su Gobierno, como la educacional, tributaria, el cambio al sistema binominal y la nueva Constitución. “Esos propósitos reclaman de nosotros unidad y determinación, nuestra máxima estatura moral y política, un compromiso con cada una de las reformas que como Nueva Mayoría comprometimos ante Chile y que no hacen otra cosa que plasmar la necesidad de Chile, de llegar a ser un país que tenga un desarrollo inclusivo, en el que nadie se quede fuera” subrayó.

Asimismo, convocó a la Democracia Cristiana a “reivindicar nuestro compromiso con nuestra alianza, con nuestro pacto, con nuestra amistad, con nuestra fe común en el destino de los hombres y mujeres de Chile. Nunca en nuestra larga historia compartida, hemos tenido buenos frutos a partir de la división o los intereses particulares, sino porque hemos sabido anteponer el bien de nuestra patria, a nuestros resquemores o diferencias”.

Al finalizar sus palabras, la Presidenta expresó que “esa disposición al diálogo, a la sana crítica y al entendimiento es lo que vengo a ratificar ante ustedes, como Presidenta de la República, como cabeza de nuestra coalición, pero, por sobre todo, como amiga que siempre he sido”.